*Es originario de la comunidad del Zangarro
*Actualmente vive en la ciudad de Irapuato
Gran parte de su vida la dedicó al trabajo para sacar adelante a sus hijas e hijos. Es don Pedro Torres Arroyo quien hoy cumple 105 años de edad. Este sábado regresará al lugar donde vivió, aunque en el nuevo Zangarro donde edificó su casa ya que en la anterior comunidad los desalojaron para construir la presa de La Purísima.
Y es que sus hijos que cuentan con distintas profesiones, lo festejarán con un convivio, aunque primero se realizará una misa para agradecer al Creador por los 105 años de vida.
Él nación en la ciudad de Irapuato, pero a los escasos cinco años fue llevado por sus padres a la comunidad de la Trinidad, de este municipio de Guanajuato.
A pesar de ser de una familia muy humilde, logró apoyar a sus hijos e hijas para que estudiaran. Don Pedro eligió como esposa a Petrita Patlán Torres, y ambos sacaron adelante los compromisos del núcleo familiar.
Los padres de don Pedro fueron Gabino Torres y María Arroyo, quienes se lo llevaron a vivir a esta ciudad de Guanajuato a los cinco años a la comunidad de La Trinidad en busca de trabajo y mejores oportunidades de vida.
Tuvo que sufrir mucho porque inclusive se vio obligado a salir a trabajar en la década de los cincuenta a los Estados Unidos de Norteamérica y dejó a su familia en busca de obtener más recursos para poder tener un mejor nivel de vida.
Allá trabajó en grandes campos cortando naranja, jitomate, o pizcando algodón, esto dependía de la época de los contratos. De esta manera pudo apoyar al sostén de la familia.
En 1976 todos los habitantes de la comunidad de El Zangarro dejaron su hogar ya que ahí nació un nuevo embalse. Don Pedro Torres inclusive fue delegado de la localidad en 1967.
Todos los habitantes del Zangarro y otras comunidades, tuvieron que trasladarse al Nuevo Zangarro donde a todos les dieron casa o terreno. Don Pedro él eligió un terreno e hizo una nueva vivienda a su gusto y necesidades y continuó con la venta de queso y la crema.
A él le gusta el box, béisbol, billar, dominó y este último hasta la fecha sigue jugando.
Sus hijas e hijos, son Ma. Guadalupe, Josefina, Agustín, Ma. Concepción, Ma. Trinidad, Pedro, Juanita, Sergio I, Sergio II, Rosa María, Ma. Leticia y Rene Francisco.
Tanto Don Pedro y un hermano se dedicaron a la compra-venta de leche y comerciaban el producto en la ciudad de Guanajuato, mediante entregas a domicilio. La esposa de Don Pedro también los ayudaba, ella molía la cuajada en un metate para hacer el queso.
Con la construcción de la presa tuvo la oportunidad de comprar una camioneta y su desplazamiento a la ciudad de Guanajuato para vender su queso, crema y leche fue mejor.
Cuando fue Delegado en el antiguo Zangarro, eran presidentes municipales de Guanajuato, Tiburcio Álvarez, Ignacio Reyes Retana y Ernesto Castañares.
A ellos les solicitó apoyos para el servicio de agua potable y alumbrado eléctrico, y contribuyó en las mejoras del panteón y dos aulas para la escuela primaria. Ma. Guadalupe y Josefina trabajaron como maestras en esa escuela de nombre Benito Juárez.
Muchas felicidades a Don Pedro Torres Arroyo.