*Resguarda valioso acervo legado por Olga Costa y Chávez Morado

El Museo del Pueblo de Guanajuato, uno de los primeros recintos públicos de su tipo en la capital del estado, cumplió ayer 21 de septiembre cuatro décadas resguardando el valioso acervo legado por Olga Costa y José Chávez Morado para ser un escaparate de la creación artística de México y el mundo.
Ubicado al inicio de la calle Positos, cerca de las históricas escalinatas de la Universidad de Guanajuato, el Museo del Pueblo es inconfundible por su extensión sobre la cuadra y su fachada de líneas austeras, pero vibrante colorido en tonos amarillos y rojizos.
El recinto ocupa una de las antiguas casas nobles de Guanajuato: la del Marqués de San Juan de Rayas, edificada en 1776, la cual fue acondicionada por el Gobierno del Estado en 1979 para alojar el segundo museo estatal, después del Museo Casa Diego Rivera, ubicado unos pasos más adelante y abierto en 1975.
El Museo del Pueblo de Guanajuato nació expresamente para alojar las colecciones de arte prehispánico, popular y mexicano que los artistas Olga Costa y José Chávez Morado cedieron en vida: “el pequeño tesoro que hemos reunido mi esposa y yo a largo de nuestra vida matrimonial”, señaló en aquellos días el connotado maestro silaoense.
Fue al mediodía del 21 de septiembre de 1979 que el museo fue inaugurado por la entonces primera dama y presidenta del patronato del Festival Internacional Cervantino, Carmen Romano de López Portillo. Junto a ella, se puede ver en las fotos de la época al matrimonio Costa-Chávez Morado y al entonces gobernador Luis H. Ducoing y su esposa Martha Alicia Nieto.
“Sabemos que, al reunir elementos de cultura, hemos creado un arma contra la barbarie”, expresó en la apertura del museo el maestro Chávez Morado, quien subrayó la voluntad de ceder al pueblo de Guanajuato las colecciones originales del museo “no con un fin altruista, sino de supervivencia, para que el Gobierno sepa llamar al disfrute de ésta y otras herencias a los mexicanos todos y también a los extranjeros que lo visiten”.

Las colecciones permanentes del Museo del Pueblo, alojadas en las salas Teresa Pomar y José Chávez Morado, comprenden artesanías, juguetes en miniatura, pintura religiosa de los siglos XVII y XVIII y retratos costumbristas, incluyendo varios pintados por Hermenegildo Bustos.
Adicionalmente se cuenta con el Auditorio Olga Costa y la Sala David Alfaro Siquieros, que durante las últimas décadas han alojado innumerables exposiciones temporales con artistas de las más diversas procedencias, técnicas, estilos y lenguajes.
Elemento estelar del museo es la Capilla Barroca, ubicada en lo que fuera la antigua capilla de los marqueses de Rayas y que luce desde 1979 el mural “El estípite roto”, pintado por José Chávez Morado.

Para celebrar su 40° aniversario, el Museo del Pueblo, perteneciente a la red de museos del Instituto Estatal de la Cultura, desarrolló un programa especial que incluyó recorridos guiados por sus actuales exposiciones temporales, charlas y un concierto con la agrupación Los Tiempos Pasados, con las que culminó su celebración ayer en un eco exacto de cuando el recinto abrió sus puertas.