Hist. Enrique Florescano Mayet

*Sobre las pintas que hicieron ayer por la noche algunas mujeres afuera del teatro Juárez y en las fachadas de los museos del Pueblo y Diego Rivera

Arq. Octavio Hernández Díaz

En principio quiero escribir mi respeto a la mujer, a nuestras madres, esposas, hijas, compañeras trabajadoras; respeto, valoro y admiro su trabajo que, en todas las épocas, en todos los tiempos ha contribuido al desarrollo de nuestro país, nuestro estado y a Guanajuato.

De inmediato viene a mi mente la figura de las “Galereñas”, y también de las grandes mujeres que dedicaron sus conocimientos a nuestra formación, las Maestras, y así podemos describir la valiosa presencia de ese ser humano tan importante que ha sido la MUJER.

Ayer se conmemoraron los “derechos políticos, sociales, económicos de las mujeres y niñas que siguen luchando por un mundo igualitario, libre de violencia y discriminación”.

Y hago una reflexión sobre el término violencia, ¿es con violencia y agresión a nuestros monumentos, a nuestro patrimonio, a nuestro legado, como se solucionan los problemas sobre ese tema?; si eso fuera la solución, entonces que se siga adelante con la afectación, pero NO, no es así.

Si las mujeres que con esa actitud se pretenden manifestar tuvieran presente que cada piedra, cada ladrillo, cada muro, cada elemento constructivo, fueron colocados con un gran esfuerzo de nuestros antepasados, para que nosotros disfrutáramos de su arquitectura, de su presencia estilográfica; es impresionante ver que tenemos arquitectura representativa de todos los siglos, XVI, XVII, XVIII, XIX, XX y XXI.

¿Y, cuál es nuestra responsabilidad?, proteger y valorar nuestro patrimonio para las generaciones futuras, para nuestros niños y para la sociedad guanajuatense y para el mundo, pues no olvidemos que Guanajuato es Patrimonio de la Humanidad.

El daño, por segunda o tercera vez, está hecho, ahora a trabajar para reparar los elementos dañados, pero es necesario prepararnos para el 8 de marzo 2024; se hace necesario implementar estrategias que aminoren el probable futuro daño, aplicar acciones remediales, quizá buscar a los líderes de esos grupos y conversar con ellos sobre el grave daño que no es congruente con su lucha, es decir, la no violencia, la no agresión a las mujeres pero también, la no violencia a nuestro patrimonio edificado.

Establecer apoyos a sus movimientos, mediante eventos culturales en donde el principio de unión, de camaradería, de fraternidad, se haga presente, es decir contrarrestar esas acciones destructivas. Y claro, establecer líneas preventivas y de cordialidad, considerando que el respeto mutuo, sociedad y mujeres, prevalezca.

“Valorar para permanecer”

Arq. Octavio Hernández Díaz

Presidente de Guanajuato Patrimonio de la Humanidad, AC.

Por Juan Ma J

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