*Alimentación adecuada, ejercicio y monitoreo médico son importantes para combatir la enfermedad:

Nutrióloga Carolina Cabrera de la Cruz.

De acuerdo con estudios recientes de la Federación Internacional de Diabetes, (FID), son 537 millones de personas quienes viven con diabetes en el mundo. De ellas, el 36% experimenta ansiedad relacionada con la diabetes, el 28% encuentra difícil mantener una actitud positiva respecto a su condición y el 63% afirma tener miedo a desarrollar complicaciones.

Con ello, la especialista en nutrición y ciencia de los alimentos, Carolina Cabrera de la Cruz, nutrióloga del Campus León de la Universidad de Guanajuato, exhortó a la población en general, a instaurar una alimentación saludable, una práctica de ejercicio y un monitoreo efectivo de los niveles de azúcar en la sangre.

“Lo importante es no esperarnos a tener algún síntoma porque eso es lo riesgoso que tiene la diabetes, empiezan a incrementarse los niveles de glucosa sin que nuestro cuerpo se queje todavía. Es bien importante considerar si la persona fuma o tiene hipertensión arterial, todo esto se va sumando para aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, por lo que a través de hábitos saludables y seguir el tratamiento que nos prescribe el médico, ayuda a reducir el riesgo de infartos, daños a los ojos, al riñón. Definitivamente, esas consecuencias se pueden prevenir si sumamos también el tratamiento farmacológico y el descanso nocturno a los otros hábitos saludables”.

La semana pasada fue la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, y la Coordinadora del Diplomado en Educación Terapéutica en Diabetes del Campus León UG, Lcda. Carolina Cabrera de la Cruz, manifestó la importancia de fomentar la enseñanza de conceptos y prácticas que auxilien el tratamiento armonioso de dicha condición, lo anterior bajo el lema “Diabetes y Bienestar”, este último acuñado por la Federación Internacional de Diabetes (FID) para la campaña 2024.

“La enfermedad se caracteriza por aumentar los niveles de glucosa, esto se ocasiona porque el organismo empieza a reducir la cantidad de insulina que produce para regular los niveles de glucosa en la sangre. Cuando el organismo deja de producir totalmente insulina, se le conoce como diabetes tipo 1 y es común que se dé el diagnóstico en la infancia o en la adolescencia”.

Adicionalmente, la nutrióloga detalló la magnitud e implicaciones de la diabetes tipo 2, condición que se diagnostica mayormente en personas en etapa adulta aunado a factores de riesgo, tanto hereditarios como de hábitos.

Del mismo modo, alertó sobre la posibilidad de que personas gestantes puedan desarrollar la enfermedad durante el embarazo, situación que podría poner en riesgo la salud de la mujer o del recién nacido si no se maneja adecuadamente y además es un factor de riesgo a mediano y largo plazo en diversas etapas de la vida.

“A diferencia de la diabetes tipo 2 donde mayoritariamente el diagnóstico se da en la etapa adulta y se puede prevenir porque los factores de riesgo para desarrollar este tipo de diabetes tienen que ver con que nosotros como mexicanos tenemos mayor tendencia a desarrollarla. Eso incrementa nuestro riesgo más si nuestra alimentación no es adecuada y se consumen bebidas azucaradas en exceso. Desarrollamos obesidad o sobrepeso y ese exceso de grasa corporal es el que le dificulta a nuestra insulina funcionar adecuadamente. La diabetes tipo 2 en la etapa adulta es en el que un mayor número de personas se identifican en las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición”, precisó.

“Luego tenemos la diabetes gestacional que es un tipo de diabetes que se desarrolla durante la etapa del embarazo. La mayoría de las veces cuando termina el embarazo, los niveles de glucosa de la mujer suelen volver a la normalidad, pero hay algunos casos en donde, si los niveles se queden elevados, se vuelven a hacer estudios y la mujer queda con un diagnóstico de diabetes tipo 2. La cuestión de cuidar el embarazo para que haya un incremento normal de peso es para que los bebes nazcan con un peso adecuado, porque se ha visto que quienes nacen con un bajo o con exceso de peso, tienen un factor de riesgo adicional para desarrollar diabetes”, puntualizó.

 

Por J M