Calidad indígena a consulta
Nuestro país ha avanzado mucho en materia del reconocimiento y la ampliación de los derechos políticos de personas y comunidades indígenas. Nuestro modelo político, de carácter liberal, no reconocía la enorme variedad cultural e identitaria en un país que se moldeó forzadamente sobre una matriz heterogénea con sustento en sus pueblos originarios, que en su mejor momento llegaron a comunicarse en más de doscientas lenguas. Lo que hoy llamamos México es un constructo histórico complejo, definido por una ideología nacionalista basada en el ideal artificial de un solo país, una sola nación. Se quiere que todos seamos ciudadanos con los mismos derechos, sin fueros ni regímenes especiales.
Esto puede sonar muy bien a los oídos de la modernidad liberal de los siglos XIX y XX. Para colmo, los defensores del modelo político contrario, el socialista, coincidían con esta visión homogeneizadora, como se evidenció con la persecución estaliniana de los nacionalismos y localismos. Derecha e izquierda se unieron históricamente contra las identidades culturales étnicas y particulares. La etnicidad era vista como un resabio feudal de los viejos corporativismos primitivos, enemigos de las libertades individuales. Ese fue el espíritu de la Constitución de 1917, heredera de la muy liberal de 1857.
La caída del socialismo real en 1991 alteró profundamente esta vieja percepción a nivel mundial. La emergencia revitalizada de los localismos y las identidades comunitarias, sustentados en inveterados ethos culturales, derribó la prematura defenestración de la etnicidad. Los pueblos y naciones originarios emergieron con fuerza inusitada tanto en países liberales como exsocialistas, y han acumulado éxitos en el reconocimiento de su derecho a la existencia, y al autogobierno con base en sus sistemas normativos internos.
En México ese proceso tuvo una fecha precisa de detonación: el uno de enero de 1994, con la insurgencia neozapatista. A partir de entonces se ha avanzado mucho, sin dejar de existir “espacios de oportunidad” ¾como ahora se dice¾ que deben ser atendidos en beneficio del desarrollo integral y armónico de nuestro componente poblacional originario, los pueblos y personas denominados “indígenas” por la visión colonial prevaleciente. Luego de un largo proceso de debate nacional, expresado en particular por los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, se arribó a la reforma del artículo segundo constitucional en agosto de 2001, donde se reconoció que “La conciencia de su identidad indígena deberá ser criterio fundamental para determinar a quiénes se aplican las disposiciones sobre pueblos indígenas”. Este es el fundamento de la denominada “autoadscripción”, criterio que vino a sustituir al pretérito criterio lingüístico que se aplicaba para etiquetar a los “indígenas”.
En el ámbito de los derechos políticos, el Instituto Nacional Electoral ha impulsado acciones afirmativas que han buscado concretar la participación de representantes de esas naciones originarias en los espacios de representación política nacionales. En estos momentos está realizando una serie de foros de consulta sobre la figura de la “autoadscripción calificada”, necesaria luego de que algunas de las acciones afirmativas se tergiversaron por parte de políticos vivales, que aprovecharon la vaguedad del nuevo criterio. El INE atiende una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que le mandató “elaborar lineamientos que permitan verificar, de manera certera, el cumplimiento de la autoadscripción indígena calificada en el registro de candidaturas a cargos federales de elección popular, bajo la acción afirmativa indígena.”
Es muy pertinente acotar legalmente este criterio, para garantizar que quienes lleguen con la representación de los pueblos originarios al poder legislativo federal sean en efecto parte de esa comunidad, y que tengan liderazgo efectivo, conciencia cultural y compromiso. El proceso de consulta se desarrolla desde el 6 hasta el 21 de julio, en 135 asambleas estatales y distritales. En Guanajuato ya se realizó el foro estatal el día 6 pasado y hoy 15 se realiza el distrital en San Luis de la Paz. Hay información en bit.ly/3ttXh6y.
No me queda más que desear que el instituto genere, como acostumbra, una propuesta que fortalezca la nueva democracia plural e inclusiva que tanto demandamos en países multiculturales como el nuestro.