*Hoy domingo fue el festejo en la ciudad de Guanajuato
Durante todo el día de hoy domingo se festeja a San Sebastián en su templo que se encuentra en la calle del mismo nombre aquí en la ciudad de Guanajuato. En esta zona que fue habilitada como cementerio, fueron sepultadas las cabezas de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez en 1821.
Hay que mencionar que el próximo mes de julio se conmemorarán 242 años de que comenzó a funcionar este recinto católico.
El culto a San Sebastián es muy antiguo; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.
De acuerdo a información y las efemérides de Don Lucio Marmolejo, corría el año 1775 cuando se realizaban oficios religiosos en el templo de San Sebastián que entonces estaba prácticamente fuera de la ciudad de Guanajuato, en lo que era un cementerio desde 1760.
Su estreno tiene el registro oficial en el año de 1782.
En 1760 se estableció el cementerio de San Sebastián a donde acudían cada domingo los integrantes de la cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio a orar por los difuntos.
Hay que referir que, entre los muertos ilustres que fueron sepultados en el Panteón de San Sebastián está el primer conde de Valenciana don Antonio de Obregón y Alcocer en 1786, y años después, luego de la batalla en la Alhóndiga de Granaditas en septiembre de 1810, el camposanto recibió algunos cuerpos de insurgentes y realistas que murieron en la refriega.
Luego del fusilamiento de los héroes independentistas Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez, sus cabezas fueron colgadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas donde estuvieron casi diez años, hasta que el 28 de marzo de 1821 fueron quitadas y sepultadas en el panteón de San Sebastián.
Ahí permanecieron poco más de dos años, hasta el 19 de julio de 1823 fueron conducidas a la capital del país y depositadas primeramente en la Catedral Metropolitana, y luego en forma definitiva en la Columna de la Independencia; en el panteón de San Sebastián se construyó un cenotafio para recordar este acontecimiento.
Durante la peste del cólera que se registró en esta localidad, fueron sepultados varios cuerpos y, con el tiempo se convirtieron en los jardines del panteón, donde en cada Semana Santa se realizan las tradicioales Tres Caídas.
Entre los sacerdotes que han estado como encargados del templo se recuerda al padre Jorge López o conocido como “El padre Jorgito” muy conocido por su grado de santidad o el padre Guadalupe Fonseca muy querido en el barrio.