*Inacción de SAMA, PAOT y dirección municipal de Medio Ambiente quienes permiten la quema a cielo abierto

Nadie frena la contaminación de ladrilleras.
Vecinos de la zona sur de la capital del estado volvieron a insistir en exigir a la dirección municipal de Medio Ambiente, a la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del Estado de Guanajuato, (PAOT), y a la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, (SAMA), para que frenen de una vez por todas la alta contaminación ambiental que provocan las ladrilleras que operan de manera ilegal en la comunidad de Yerbabuena.
Hay que mencionar que también en la comunidad de Puentecillas se encuentran algunas ladrilleras que funcionan sin el control de las autoridades ecológicas.

Ladrilleras de Puentecillas.
En reiteradas ocasiones, ambientalistas y colectivos protectores del medio ambiente de la localidad, han cuestionado la falta de inspección y vigilancia que hacen las dependencias oficiales estatales en la materia y esto provoca que las ladrilleras sigan contaminando y afectando la salud de los habitantes.
En lo que respecta a las ladrilleras de Yerbabuena, la contaminación afecta no solo a los habitantes de esta comunidad, sino a las vecinas de Solano, La Nueva España y San Isidro, pero también a colonias como Villaseca, Cúpulas, y los Fraccionamientos Villas de Guanajuato y Mártires 22 de abril, Campanario, entre otras.
Son miles de familias a quienes les llegan los efectos contaminantes por la quema de ladrillos, pero se mantienen estáticas dependencias como SAMA, PAOT y mucho menos, la ineficiente dirección de medio ambiente del municipio de Guanajuato, que encabeza Itzel Dayana Ibarra Velázquez, quien tampoco hace nada por evitar que la gente tire sus escombros en plena vía pública como ocurre frecuentemente por desarrolladores en el fraccionamiento Ex Hacienda Santa Teresa.
En una publicación que compartió en sus redes sociales, el meteorólogo Marcos Esquivel señala que durante varios días por la tarde y noche del mes pasado de septiembre de 2025 se percibió un fuerte olor a quemado en la zona sur de Guanajuato Capital, “que generó en lo personal la duda si esto se debió a la presencia de algún incendio en la cercanía o a causa de otro agente contaminante”.
Refiere que al indagar un poco en el asunto “me encontré con artículos científicos que demuestran la presencia de aire contaminado generado por la actividad de hornos que fabrican ladrillos, los cuales se localizan en la comunidad Yerbabuena”. En la primera imagen se muestra la localización de las ladrilleras que actualmente y desde hace varios años operan en la zona.
En la otra imagen se muestra la rosa de vientos (en colores azul, rojo, amarillo y gris), un análisis que indica la dirección y magnitud del viento que realizamos con datos de instrumentos de medición, lo cual demuestra que durante ese mes el viento sopló en dirección suroeste, precisamente donde fueron percibidos esos malos olores.

Aunque este es un análisis simple valdría la pena profundizar un poco más, de tal manera que se logre descartar la posibilidad de que la salud de la población de la zona esté siendo severamente afectada por ese aire que seguramente contiene sustancias dañinas. Si se trata de un impacto ambiental y humano habrá que tomar cartas en el asunto, ¿no creen?, concluye el meteorólogo capitalino.

