José Eduardo Vidaurri Aréchiga

Cronista municipal de Guanajuato

Oficina de Correos en la capital

La celebración del día del Cartero en México data del año de 1931 cuando el Presidente Pascual Ortiz Rubio determinó homenajear el trabajo que hacen en beneficio de la sociedad. Un noble oficio con siglos de existencia que se resiste a desaparecer

El correo ha sido fundamental en el desarrollo de la humanidad porque ha permitido el establecimiento de la comunicación a distancia, en los albores de la civilización esa comunicación se transmitía verbalmente a través de mensajeros que repetían el mensaje al destinatario, luego comenzaron a enviarse misivas en un papel, en un billete o en una carta.

En la civilización helénica la función de llevar y traer los mensajes era una tarea militar y fue en el reino de Aragón en el año 1283 cuando el rey Pedro III o Pedro el Grande los empezó a denominar correos (del latín currere que significa ir de prisa o correr) o troteros a las personas que llevaban los papeles con las noticias o comunicaciones de un sitio a otro. Para el 1417 se tiene noticia de la existencia de la cofradía dels correus de Barcelona que sería el precedente del denominado Correo Mayor que comenzó una estricta regulación sobre su funcionamiento.

Timbre postal alemán que representa a un antiguo correo.

imagen de internet.

También los antiguos mexicanos contaron con un eficiente servicio de correos en donde los mensajeros formaban parte de las milicias aztecas, ellos usaban diferentes insignias para hacer visible que tipo de noticia portaban, desde que recibían el mensaje tenían prohibido hablar con cualquier persona hasta hacer entrega de este en el palacio. En los caminos prehispánicos existían unas torrecillas o postas casi cada 8 o 10 kilómetros en donde había correos listos para correr a cualquier hora para entregar la misiva lo más pronto posible. Se estima que en un día podían recorrer unos 450 kilómetros.

Timbre postal representando a un correo prehispánico. Imagen de internet.

Los correos aztecas eran educados en el Telpuchcali por tratarse de una profesión muy honrosa y delicada que requería de un alto nivel de ilustración para lograr transmitir adecuadamente los mensajes. Al correo principal se le denominaba huatitlanti (el que va de prisa) y el Paynani (el que corría ligero) llevando y trayendo mensajes.

En la época colonial la correspondencia que venía de España en los barcos mercantes viajaba en las “valijas” y llevaban solamente un sello emitido en algún momento del embarque, se pagaba el porte a la recepción de la correspondencia y otras regresaban de forma similar. La correspondencia que viajaba en cualquier dirección era diversa, desde las Cartas de Relación que Hernán Cortés remitía a los reyes católicos, documentos eclesiásticos, judiciales, fiscales y cartas entre particulares para describir los desvelos, sufrimientos y conquistas que se iban experimentando.

Placa alusiva al sitio donde se localizó la primera oficina de correos en México. Imagen de internet.

El oficio de Correo Mayor se estableció en la Nueva España el 27 de agosto de 1580 en la persona de Martín Olivares que se convirtió en Maestro y Correo Mayor de hostes y postes e correo y con la facultad de nombrar correos y peones que salvaguardaran la correspondencia.

En ese periodo se organizaron y establecieron las primeras oficinas postales en la ciudad de México, en Veracruz, Puebla, Oaxaca, Querétaro y Guanajuato como lo consignó José Velarde en su Historia del Correo en México.

El correo era trasladado por los carteros a pie, a caballo o en carretas, siempre con la consigna de la prohibición de abrir, detener o robar la correspondencia bajo pena de ser severamente castigados.

En 1755 por instrucciones del virrey Juan Francisco de Güemes y Horcasitas se establecieron dos correos semanarios para el interior de la Nueva España, uno debería salir el sábado por la noche para llegar el lunes a Querétaro y salir de ahí a Guanajuato de donde debería regresar el sábado para estar de vuelta en México el jueves. El despacho de Guanajuato contribuía entonces con $200.

En 1762 se comenzaron a usar los “buzones” que eran puestos en todas las veredas de las “carreras”, el correo pasó a ser una función regulada por el Estado que tenía en la Ciudad de México una oficina central, en ese periodo se abrieron estafetas agregadas o administraciones subalternas destacando las de Puebla, San Juan del Río, Celaya, Querétaro, Irapuato, San Miguel el Grande, León, Guanajuato, Salvatierra, Valladolid y Zacatecas por referir algunas. Esta ampliación es importante porque los empleados del servicio postal comenzaron a recibir un sueldo fijo.

Carteros del mundo. El mundo ilustrado.

El cartero como lo conocemos comenzó sus funciones en el siglo XVIII y es producto del desarrollo de las ciudades y de la necesidad de garantizar la entrega directa de la correspondencia como lo refirió la ordenanza de 1762:

No pudiendo despacharse las cartas al público enteramente por la reja de los oficios (los buzones) a causa de no acudir sus dueños a sacarlas, se ha hecho preciso destinar sujetos determinados que los lleven a las casas, los cuales se llaman carteros… Los carteros por medio de su diligencia son útiles al pronto manejo de la renta y al público porque los que no tienen criado que las vaya a buscar, o no envían al correo por su corte correspondencia, se hallan servidos sin otros gastos.

El primer cartero de oficio en la Nueva España fue Joseph Lazcano quien debía presentarse para recibir la correspondencia, entregarla y cobrar el porte o franqueo que cubría el destinatario.

En 1777 se agregó una nueva estafeta a Guanajuato que incluía el servicio postal para Irapuato, León, Lagos y Silao, lo que nos habla de la importancia de la región por la cantidad de correspondencia que se manejaba, no se admitían ya pliegos que contuvieran dinero, alhajas o piedras preciosas, solamente se aceptaban papeles.

Carteros de México. Mediateca Digital I.N.A.H.

Los carteros en cada pueblo villa o ciudad estaban perfectamente identificados y deberían portar el escudo de armas en el pecho y eran castigados en caso de no portarlo. El correo de Guanajuato constaba entonces de tres empleados y una casa.

Ya en la época independiente el correo mantuvo el esquema de organización colonial, fue reorganizado en 1842 y fue hasta 1856 cuando se estableció el franqueo previo y las estampillas postales. Durante el efímero imperio de Maximiliano se instauró el uso de los sobres para las cartas y poco después, durante la restauración republicana en 1867 se comenzó el servicio de segunda clase para el reparto de impresos y folletos.

Primera estampilla postal mexicana.

México se incorporó en 1876 a los convenios de la Unión Postal Universal y en 1901 la administración de Correos se convirtió en la Dirección de Correos. En 1917 se estableció el transporte aéreo de correspondencia siendo uno de los primeros del mundo.

Cartero rural en 1907.imagen del mundo ilustrado 1907.

En 1945 se fundó la Escuela de Capacitación Postal para preparar a los empleados y desde entonces se han ampliado los servicios prestados por el servicio postal mexicano. El avance de la tecnología ha desplazado en muchos aspectos las actividades del servicio postal, pero por fortuna aún podemos ver en Guanajuato carteros y empleados del servicio postal a quienes enviamos nuestro reconocimiento y felicitación por el día del cartero. Sea esta la vía para agradecer los servicios que prestan a nuestra sociedad. El Servicio Postal Mexicano distribuye más de 800 millones de piezas al año lo que nos hace reflexionar sobre la importancia de sus servicios

En nuestra ciudad aún es posible ver, como testigos mudos de otras épocas, algunos buzones con más de 100 años de antigüedad, uno pintado de verde justo fuera de las oficinas de correos en la plazuela de la compañía, otro de color rojo por Tepetapa, uno más, también de color rojo, en el puertecito casi llegando a San Sebastián y así en otros puntos. Reliquias que debemos remozar visibilizar y cuidar.

Feliz día del Cartero.

Antiguo buzón unicado justo afuera de las oficinas de

Correos de México en la ciudad de Guanajuato. Fotografía J.E.V.A.

Por Juan Ma J