*Lo plasma en su libro “El Teatro Juárez y yo”

La obra testimonial de Enrique Carlos Greenwell Castillo “El Teatro Juárez y yo”, libro que narra el trabajo de restauración que el profesionista universitario realizó en este histórico recinto durante el periodo de 1989 a 2004, fue presentada por el Instituto Estatal de la Cultura y la Universidad de Guanajuato.

En el Foyer del Teatro Juárez, sus familiares y amistades escucharon de voz de Greenwell Castillo cómo disfrutó cada recuerdo de sus andanzas de niño en el histórico recinto, cuando se usó como cine; y que, en cada fotografía del trabajo de 15 años de restauración, quedan plasmados los testimonios, que dan como resultado final una obra que abunda en material fotográfico. 

El restaurador agradeció el impulso que desde el Campus Guanajuato se dio a este texto que nació hace años de manera artesanal y con un tiraje de solo cinco ejemplares, como un regalo para sus hijos, “regalo testimonial lleno de recuerdos y añoranzas”, dijo, sobre todo “cuando se llega a cierta edad, cuando se vive más del pasado que del futuro”. 

El profesionista consideró que sería deseable que se incluya a un curador en la plantilla del Teatro Juárez, para que cuide y detecte deterioros y para lograr la conservación efectiva del recinto, parte de la riqueza del patrimonio cultural guanajuatense. 

A su vez, Adriana Camarena de Obeso, Directora del Instituto Estatal de la Cultura del Estado, afirmó que se trata de un testimonio valiosísimo de una de las personas que, después de José Noriega, Antonio Rivas Mercado y Alberto Malo, mejor han conocido este coloso, “nuestro querido y admirado arquitecto Greenwell”.

Este magnífico volumen editado por la UG, dijo, alude a una relación profunda, íntima y muy afectuosa del restaurador con el inmueble, pues nos sumerge en unas memorias no solo como el docto especialista que encabezó varios proyectos de restauración y conservación, sino ubica al Juárez desde el mapa de su niñez y juventud, desde los días que asistía al cine. 

Agradeció que el universitario obsequie un libro cálido y accesible para cualquiera, que permite admirar sin reserva el trabajo que decenas de personas han hecho para su conservación, dado que esta memoria visual cobra forma en 12 capítulos y 178 láminas que permiten ver un nivel de detalle insospechado y la riqueza ornamental del Teatro y apreciar la magnitud de las restauraciones hechas. 

Por su parte, Teresita Rendón Huerta Barrera, Rectora del Campus Guanajuato e impulsora de la publicación del libro, dejó de manifiesto su satisfacción y orgullo por esta obra del maestro en restauración en sitios y monumentos, Enrique Carlos Greenwell Castillo, quien ha restaurado innumerables sitios y con sus intervenciones ha cambiado el destino de incontables inmuebles.

Hizo referencia de la “pulcritud, honradez y delicadeza profesional del autor del libro que tenemos el honor de publicar desde el Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato”, texto que estuvo listo desde hace un año, como producto del excelente trabajo de edición del Juan José de Giovannini, pero por diversas causas la presentación se fue posponiendo.  

El libro da cuenta de cómo conservó las propiedades originales de todas las partes constructivas, del interior y exterior del recinto. De cada detalle en lo individual, para finalmente obtener resultados uniformes de una intervención discreta.  

En el libro se entrelazan fotografías que revelan superficies limpias y conservación de la edad oscurecida y la pátina del tiempo, requiriendo una reconstrucción completa del daño con un modelado tonal preciso que se neutraliza mediante la repetición de varias capas que se identifican visualmente con el original.  

“En busca del tiempo perdido, por tomar una frase del canon literario de Marcel Proust, llevará a más de uno de los presentes a formular interpretaciones sobre el papel de este teatro en México y el mundo”, expuso la Dra. Rendón, quien para finalizar reiteró su agradecimiento “al Arq. Greenwell, por permitirnos publicar este magnífico libro. Nuestro afecto y reconocimiento por compartir su conocimiento y prodigar su amistad”.  

Por Juan Ma J