INE: selección accidentada
El proceso de reclutamiento y designación de los nuevos cuatro consejeros generales del Instituto Nacional Electoral (INE) ha evidenciado enormes limitaciones y potenciales conflictos. Desde el inicio se presentaron los problemas: a fines del año pasado se emitió una primera convocatoria de la Cámara de Diputados federal, que fue echada atrás por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (juicio SUP-JDC 1479), en lo referente a la designación del Comité Técnico de Evaluación, la Convocatoria para la elección de consejeras y consejeros electorales del Consejo General (CG) del INE y sus criterios de evaluación. La Cámara recibió la sentencia el 23 de diciembre, cuando se encontraba en receso, por lo que se dio por enterada hasta el 2 de febrero.
Esto acortó mucho los tiempos para el proceso en general, ya que los nuevos consejeros, incluida su presidenta, deben tomar protesta el 4 de abril próximo. La nueva convocatoria debió atender los ajustes necesarios ¾en particular el género en la presidencia¾ y se emitió de nuevo el 16 de febrero, con un calendario muy apretado: siete días (16 al 23) para que los aspirantes pudiéramos registrarnos y subir documentación ¾incluyendo una larga exposición de motivos y un ensayo académico inédito sobre el INE¾; un día para solventar observaciones sobre las constancias; presentar el examen de conocimientos el 6 de marzo, con resultados al día siguiente, más un día para solicitar revisión de examen; luego la evaluación curricular (del 11 al 14), y las entrevistas (del 17 al 22) con el Comité Técnico para integrar las cuatro quintetas que deberán ser presentadas el 24 a la Junta de Coordinación Política de la cámara, para presentarlas al pleno. Si la votación por cada consejería no supera los dos tercios de los diputados, el 31 se realizará un sorteo. De atorarse el proceso, el ejercicio lo efectuaría la Suprema Corte el domingo 3 de abril, para garantizar que el 4 de abril haya designaciones en los cargos.
Además de lo apresurado, este proceso se ha visto ensombrecido por sospechas fundadas de que se ha intervenido ¾en el examen en particular¾ para favorecer a aspirantes con poca experiencia electoral, pero con gran cercanía al partido hegemónico. Se ha identificado a al menos diez personeros ubicados en los primeros lugares de las listas, dispuestas por la calificación en el examen. Los dos punteros, Jaime Castañeda y Bertha María Alcalde, se identifican plenamente con la 4T, como se evidencia en sus ensayos sobre el INE, sintetizados por el periódico Reforma del día de ayer (p. 6). El primero, asesor de la representación de Morena en el CG del INE, aboga por limitar la facultad reglamentaria del INE. La segunda propone que el registro de electores lo asuma la Secretaría de Gobernación mediante el Registro Nacional Ciudadano, y que la credencial pueda imprimirse en papel simple; todo para “reducir los costos” del INE. Los otros siete filo-oficialistas plantean ocurrencias diversas, que evidencian una visión estereotipada y simplista de lo que realmente es el INE, su estructura y sus atribuciones reales.
Espero que la fuerza de la opinión pública pueda influir en el ánimo de los diputados, para que de las quintetas que reciban extraigan a las y los mejores en función de su experiencia, capacidad probada y compromiso con el desarrollo democrático de nuestro sufrido país.